El mercado es dinámico, los consumidores son cada vez más exigentes, demandan novedad, saben perfectamente lo que quieren y se mantienen informados. Es hora de que el marketing evolucione y sea capaz de suplir, de la forma más efectiva posible, las exigencias y necesidades de ambas partes: oferente y demandante.
Es hora de sacarle el mayor partido posible a las tecnologías y, sin descuidar el marketing offline, dar paso al online. Cuando escuchamos hablar de dicho concepto, inmediatamente nos vienen a la cabeza términos como SEO y SEM, acrónimos que para muchos son dos grandes desconocidos o, si han oído hablar de ellos, no tienen claras sus diferencias.
¿Qué es SEO?
SEO hace referencia a las siglas en inglés de Search Engine Optimization (optimización para motores de búsqueda). Es definido como una estrategia de marketing online que sirve, fundamentalmente, para conseguir optimizar las páginas web para los buscadores; estos, vuelven a la página web en busca de contenidos nuevos permitiendo que se pueda rentabilizar la estrategia progresivamente. Desde los motores de búsqueda, es decir, desde un sistema informático que busca archivos almacenados en servidores web, llegará un mayor número de visitantes a un sitio web cuanto más alta sea la posición de este en la SERP (Search Engine Results Pages). Debe tenerse en cuenta que es una técnica rentable, pero siempre a largo plazo.
De la misma forma, Según Solutum Internet (2016), busca influir de forma natural y totalmente permitida en los resultados de búsqueda de los motores como Google, Yahoo y Bing, siendo el primero el más usado en España. Estos motores de búsqueda cuentan con parámetros que premian contenidos de alto valor, siendo de vital importancia trabajar palabras clave adecuadas para conseguir que dichos contenidos consigan más alcance, favoreciendo así el posicionamiento de nuestra página web.
Como principal objetivo presenta el hecho de aumentar la visibilidad de las páginas web en los denominados “resultados naturales” de los motores de búsqueda, esto es, resultados que no requieren ningún pago a los buscadores.
Pueden encontrarse dos tipos de SEO. En primer lugar, un SEO tradicional donde buscaremos posicionar y, consecuentemente, mejorar a través de una adecuada elección de palabras clave la visibilidad de nuestro sitio web; y, en segundo lugar, un SEO social donde lo que se pretende es conseguir que nuestros seguidores enlacen las redes sociales con el sitio web, transmitan dicho contenido y que muestren de forma viral lo que la compañía quiere comunicar.
Existe una regla no escrita cumplida por todos y cada uno de los usuarios de los buscadores: no ir más allá de la primera página de los resultados a buscar información.
José Facchin, en su blog, cita lo siguiente: “Se dice popularmente que el mejor lugar para ocultar un cadáver es la segunda página de Google…nadie reparará en tu asesinato”. ¡Y cuánta razón!
¿Qué es el SEM?
SEM son las siglas en inglés de Search Engine Marketing; con otras palabras, es la facultad de crear campañas de anuncios de pago o no dentro de los buscadores. Puede completarse dicha definición afirmando que hace referencia a cualquier actividad de marketing dentro de buscadores. Siguiendo la misma línea, se puede decir que el uso de herramientas y estrategias que ayudan tanto a optimizar la visibilidad como a incrementar la accesibilidad de los sitios y páginas web gracias a los motores de búsqueda, es quien hace tanto realizables como fiables las acciones anteriormente mencionadas.
Es a través del SEM donde la publicidad online adquiere gran importancia puesto que brinda, al contrario que el SEO, elevada rentabilidad a corto plazo dando esto lugar a que la web se posicione en los primeros lugares desde el minuto uno.
La principal ventaja de la publicidad online reside en que se pueden adaptar los anuncios en función del tipo de cliente al que nos queramos dirigir y excluir a aquellos que no nos interesan. Son incontables las ventajas que ofrece el SEM a las empresas. En primer lugar, el elevado poder de segmentación que hace posible que podamos hacer que nuestros anuncios solamente sean visibles en la zona geográfica que operamos, ganando efectividad; en segundo lugar, no impone un presupuesto, cada compañía decide que quiere gastar y cuando; en tercer lugar, el ROI será un dato que la empresa conozca en todo momento. Y, por último, el análisis y registro de datos dará la posibilidad a las empresas de hacer ajustes y optimizar la campaña de posicionamiento progresivamente con la finalidad de obtener los mejores resultados posibles.
Cabe decir que esta estrategia de marketing online aporta innumerables beneficios con Google AdWords, puesto que gracias a ello cualquier empresa puede iniciar una campaña SEM en pocos pasos y comenzar a disfrutar de los resultados en un corto período de tiempo.
¡Apuesta por el SEM y comienza a vender!
Principales diferencias entre SEO y SEM
Para conseguir el objetivo que tienen las empresas para posicionarse en Google o en cualquier otro motor de búsqueda, existen dos tipos de posicionamiento ampliamente diferenciados explicados anteriormente. Son muchas las personas que piensan que no hay diferencia, pero se equivocan.
La diferencia principal entre ambos tipos de posicionamiento radica en la cantidad de dinero que debe invertirse. Si utilizamos una estrategia SEO, no se asume ningún coste por cada visita, en cambio utilizando la estrategia SEM se tendrá que pagar con cada visita al sitio web. Asimismo, el contenido y el número de palabras claves que se pueden utilizar también marcan la diferencia entre un tipo y otro: en el posicionamiento SEO se valora mucho la calidad, la extensión y la relevancia, en cuanto al contenido, y el número de palabras claves es limitado; en cambio, en el posicionamiento SEM, el contenido tiene que tener un enfoque comercial y el número de palabras claves es ilimitado.
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